Las profesiones sanitarias son la ternura de los pueblos traducida en compasión hacia el prójimo enfermo, vulnerable y frágil. La ternura es la entrañable respuesta que se dota de competencias variadas para cuidar en la etapa de la horizontal del infirmus.
Para quien se abre a la trascendencia, la ternura es el lápiz de Dios hecho persona, con el que Él escribe historias de amor y de salud, en medio de la enfermedad.
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