(Ver vídeo de la presentación del libro) Hablamos mucho de pederastia. Es mejor hablar que no hablar. El drama es terrible en el mundo. Los porcentajes de víctimas dan ganas de no conocerlos, más niñas que niños. Se dice que en las niñas puede alcanzar el 20-25% y en los niños el 10-15%. Los agresores, enfermos de ese tipo de parafilia llamada pedofilia, necesitan no solo ser condenados, sino también ayudados. Y, además de las víctimas y sus familias y seres queridos (que también son víctimas), están también los familiares y seres queridos de los victimarios, que también son víctimas, lo cual hace aún el drama mayor. Me gustaría escuchar más reclamo en clave de prevención y ayuda, no solo de denuncia. Me atreví a escribir un libro sobre este tema, con una compañera, después de hacer una investigación de campo y escuchar tanto a víctimas como a victimarios. Y el perfil de los victimaros no es solo el que aparece a temporadas en los medios (clérigos, por ejemplo), sino que desgraciadamente hay muchas más personas con vínculos significativos hacia las víctimas.

 

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