He estado en Colombia, en dos ciudades, con una empresa prestadora de salud. Conferencias sobre humanización era el objetivo. Si algo he percibido esta vez con mayor intensidad es la necesidad de que los profesionales que prestan servicios de salud, hagan un ejercicio de HUMILDAD. Sí, la “ceremonia de las batas blancas” tiene una versión deshumanizadora cuando se traduce en estilos relacionales humillantes, moralizadores, dispáticos, faltos al respeto a la privacidad... Una persona me presentó a tres pacientes diciendo: esta está aquí por maltrato de género y violación sexual intrafamiliar, esta otra por indigente, esta otra por tratamiento de cáncer. Así, dicho en voz alta en público.
Poco después, en una reunión, habló de la importancia del respeto a la privacidad como elemento de la calidad. ¿Dónde está la humildad y el sentido común? Y es que a veces la humanización pasa precisamente por la humildad. Tienen la misma raíz. Creo que también esto justifica que sigamos haciendo cursos sobre humanización, máster en counselling, máster en duelo... Se hace necesario y urgente.
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