¡Qué bueno es dar gracias! ¡Qué bien le sienta al ser humano! Esponja el corazón.

He aquí un puñado de humildes oraciones de acción de gracias al Padre bueno. Un puñado de reflexiones que abren el corazón al reconocimiento de las cosas, las personas, los valores, la naturaleza, las dinámicas humanas... Todo para agradecer.

El agradecimiento es un signo de salud, de grandeza -pero humilde-, de bondad, de positividad. Dar gracias es ser amable con la realidad y con las personas, y expresarlo con palabras bondadosas que dicen bien de la gratuidad que Dios prodiga con nosotros.

Agradecer es un modo particular de mirar y una prueba de estar focalizando la atención en lo bueno. Estas páginas contienen ese modo de mirar y vivir. Agradecerlo todo, lo sencillo, lo pequeño, lo cotidiano.

Este libro está en continuidad con dos títulos publicados en esta misma colección: Padre bueno, gracias por la vida y Gracias por la vida. Oraciones que humanizan. Los tres quieren servir para ablandar el corazón y dejarle hablar, en intimidad, también a Dios, el Padre bueno.

 

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