“No hay nada permanente en este malvado mundo. Ni siquiera nuestros problemas” decía Charles Chaplin. Cuando uno ve cómo ayer interceptaron la venta de un niño por 800 dólares de una casa de acogida para niños enfermos, donde Bermejo pasaba la tarde... entonces es más fácil relativizar los propios problemas para humanizarlos.
VOLVER