En el mundo entero experimentamos la necesidad de incluir en la capacitación de los profesionales de la salud, cuestiones que ayuden a una asistencia personalizada, fomentando una medicina humanizada, una enfermería humanizada.... Pero a la vez, los profesionales necesitan no solo condiciones laborales adecuadas, sino herramientas de prevención del síndrome del burn-out para mantener vivas sus motivaciones y no sucumbir emocionalmente en la tarea. Para prevenir el burn-out ayuda, entre otros factores, una formación humanística como la que se puede realizar en un posgrado en humanización, o capacitarse en counselling, para entablar relaciones de ayuda competentes y equilibradas.
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