Tras no pocas vicisitudes climatológicas, José Carlos Bermejo logró llegar a Ibiza con retraso de un día, donde se encontró un salón saturado y deseoso de buscar claves de humanización del duelo.
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Tras no pocas vicisitudes climatológicas, José Carlos Bermejo logró llegar a Ibiza con retraso de un día, donde se encontró un salón saturado y deseoso de buscar claves de humanización del duelo.
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