Asistimos a un despertar de lo espiritual, a la vez que a un desprestigio de la dimensión religiosa del ser humano. En diferentes contextos experimentamos sensibilidades hacia lo más íntimo del corazón, hacia lo intangible. Es el caso del mundo de la salud.

La espiritualidad responde a la dinámica relacional del ser humano, donde nos jugamos buena parte de la salud. Con Dios o sin Dios, muchas personas sienten que en las situaciones de fragilidad, especialmente cuando nos cuidamos unos a otros, es necesaria una mirada integral, multidimensional, en la que lo espiritual ocupe su lugar correspondiente para humanizar la mirada. Estas páginas proponen una mirada fresca a la espiritualidad y a sus vínculos con la salud, la enfermedad, el morir... Nos diagnosticamos y nos cuidamos en lo físico. También hemos de hacerlo en lo espiritual. La espiritualidad, las creencias, la salud y el sufrimiento están vinculados. Aspectos relacionados con la espiritualidad y las creencias pueden influir en la vida biológica de la persona, incluso en su prolongación y en la calidad de vida.

En este libro, exploramos también algunas claves del acompañamiento espiritual con identidad expresamente católica.

 

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