Nacido en 1550 en Italia, hoy es conocido como patrono de enfermos, enfermeros y hospitales: San Camilo de Lelis. Pero algunos aspectos de su vida han sido poco explorados.

Cuenta el conocido Vanti, estudioso de su vida, que, en su pueblo natal, Buquiánico, Camilo sacaba poco provecho a los estudios. No aprendió más que a leer y a escribir, a diferencia de su primo y otros condiscípulos. Por otra parte, también él habría podido salir airoso. Sus coetáneos recuerdan que se exhibía, en aquellos tiempos, en representaciones y declamaciones, con gusto y admiración de los que asistían a ellas, por su garbo y su arte en la declamación. Es este un aspecto poco conocido en la personalidad.

Probablemente una base para algunos de los proyectos: su habilidad en el manejo del cuerpo al cuidado de los enfermos, su resistencia a las diferentes enfermedades, su creatividad en la invención de los juegos de rol entre compañeros para cuidar bien.

Camilo de Lelis fue un gran humanizador de la asistencia sanitaria en Italia. A sus seguidores los llamaron, entre otras cosas, "los padres de la buena muerte"

 

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