En el viaje de la vida, enfrentamos una variedad de emociones, algunas nutren nuestro ser, otras lo perturban. La importancia de abordar las emociones dañinas como la no aceptación, el desprecio y el miedo radica en reconocer nuestra humanidad y permitirnos crecer desde la compasión y la aceptación. Esta labor no solo nos beneficia personalmente, sino que también fomenta una cultura de cuidado y comprensión, especialmente evidente en profesiones como la atención médica, donde la humanización del cuidado es fundamental para ofrecer apoyo integral a quienes lo necesitan.
Puedes encontrar esta humanitina y muchos más recursos en nuestra revista Humanizar.
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