Es la octava torre más alta del mundo: en Taipei, Taiwan. Desde lo alto se contempla la ciudad. Una metáfora de la necesidad de mirar las cosas desde distintos puntos de vista para humanizar. Con frecuencia, junto a la mirada cercana (de “gallina”) se requiere subir (como el “águila”) a tomar perspectiva. La torre se mantiene en equilibrio y aumenta su resistencia por una gran bola de acero de 580 toneladas en lo alto, suspendida y amortiguada. Una metáfora más para las personas si conseguimos poner dentro de nosotros, “en lo alto” los nobles valores.

 

VOLVER