La casa de la palabra es el ágora de los pueblos africanos, en la que los ancianos se reúnen para tratar asuntos concernientes a la comunidad. Pero la casa de la palabra no solo sirve para dirigir entuertos y resolver problemas, además sirve de centro de reunión, al fresco de su sombra, después del trabajo, en el que se charla, se cuentan las últimas novedades del pueblo y se transmiten historias de unos a otros. José Carlos Bermejo, en el lugar del Centro San Camilo así llamado, ha celebrado la primera sesión con 20 alumnos en torno al tema del manejo de los sentimientos y la transferencia en las relaciones de ayuda.
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