Solo unos ladrillos semejantes en algunas casas anunciaban la proximidad, a la vez que unas lluvias oportunistas parecían ser llanto de Dios mismo, que precedía al nuestro al llegar. una sólida y ordenada estructura de metal y ladrillo, hornos y cámaras de gas, celdas para castigar a morir de hambre, paredón para ejecutar con disparo en la nuca, viga para colgar... junto con restos de centenares de miles de personas torturadas y asesinadas bajo la irónica bienvenida; el trabajo os hará libres! y me pregunto cuánto hemos superado esta forma de masacre... sin nombre. Silencio!
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