Dirijo unos cuantos posgrados que intentan contribuir a la formación en temáticas relacionadas con la humanización de la salud, de la intervención social y del ámbito educativo, de interés también universal. Cada vez más constato los valores de esta formación, particularmente los valores añadidos a otras formaciones. El clima realmente humanizador que se crea en los grupos que cursan estas acciones formativas, la posibilidad de hacer prácticas en la cámara de Gesell, con compañero, con actor..., el análisis de casos reales supervisados por el tutor y por el grupo, así como el hecho de que las mismas aulas están en un centro donde se intenta practicar aquello que se enseña... son algunas características que hacen a esta formación una experiencia biográfica muy especial.
Este es un momento muy propicio para realizar un proceso de este tipo. Las empresas buscan personas formadas en el corazón, no solo intelectualmente, habilidosas en el abordaje de conflictos, en el trabajo interdisciplinar. Por eso, a pesar de la crisis, estamos teniendo cada año un buen grupo de alumnos.
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