En la mesa redonda en la que ha participado José Carlos Bermejo con ocasión del 30 aniversario del Instituto Internacional de teología pastoral sanitaria, Bermejo ha invocado la necesidad de hacer una mayor patodicea encarnada en los crucificados de hoy para humanizar la teología pastoral sanitaria. Es necesaria una teología mayormente narrativa y sanante, una teología de las lágrimas de quien llora y de quien se compadece; más teología del fango que del mármol, más preguntas "por qué a ti?" que "por qué a mí?" (cuestión prácticamente muerta en una sociedad secularizada). El gran drama del sufrimiento evitable requiere nuevos enfoques para la compasión desde un enfoque social.
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