Comienzan las Jornadas de duelo en Tres Cantos, San Camilo, con la propuesta de José Carlos Bermejo de tener presente que "Sabemos cuán complejo son algunos duelos, como por ejemplo la muerte de un hijo, que solo encuentra palabra para ser descrita en hebreo: shjol, (shol) como ha escrito Francesc Torralba en el libro aparecido estos días, tras la muerte de su hijo: “No hay palabras”. Sin embargo, a mi juicio, nada es comparable a la magnitud, atrocidad, crueldad y sinsentido de todos los duelos que produce la guerra, duelos evitables, que nunca debieron existir, generando muerte fea y villana, indigna y reprochable. El duelo por homicidio es el primero del que se habla en la historia: Caín mata a Abel, en el relato del Génesis, y Adán y Eva lo recogen en brazos en la pintura “El despertar de la Tristeza”. (1888)
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