D. Carlos Osoro y José Carlos Bermejo inauguran el Centro de Escucha Virgen de Olaz en Madrid, un servicio vinculado al de San Camilo. Osoro deseó que fuera una "escuela de bellas artes", que logre construir un solo corazón, promoviendo la familia como lugar de familia, pero también la iglesia como familia. Bermejo exploró la hondura de la escucha como hospitalidad narrativa que empodera y se convierte en laboratorio del juicio moral.

 

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