En lugares de salud, de enfermedad, dependencia, vida en la proximidad de la muerte, como San Camilo, también se celebra la Navidad. Limitados por condiciones pandémicas, pero dando espacio a la acogida del misterio de la humanización, acompañando a personas en medio de la fragilidad. No solo los destinatarios de los programas, sin también los prestadores de servicios, todos "sanadores heridos".
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