En algunos contextos de humanización de la salud, se habla de esta metáfora: el sanador herido. Fue Henri Nouwen quien escribió un libro con este título, publicado en 1991 en España. Pero el arquetipo del sanador herido encuentra fuentes en la mitología griega, con el mito de Quirón, y en la sabiduría judía, con los cánticos del Siervo de Jahvé, y por supuesto, en Carl Jung, con el arquetipo del sanador herido.

Se trata de una clave de comprensión de un dinamismo humanizador de las relaciones humanas, particularmente las de ayuda. En todos nosotros hay una parte llena de potenciales y recursos, y una parte herida, donde hemos acumulado nuestros límites, traumas, tendencias inconfesables... Ignorar la sombra no nos hace más humanos. Reconocerla, dialogar con ella, integrarla, es un desafío sobre el que José Carlos Bermejo estudia para un eventual nuevo libro. En la asistencia sanitaria, el arquetipo del sanador herido tiene un potencial humanizador que algunos han hecho ver ya, como J. Barbero, E. Benito, a la sombra de las aportaciones de L. Sandrin, A. Pangrazzi y A. Brusco, en sus actividades formativas en España.

 

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