En el Centro San Camilo, en Tres Cantos, se inaugura la Escuela de Verano de Pastoral de la Salud, un encuentro en el que José Carlos Bermejo invita a aprovechar el programa, pero también el centro y el propio grupo. Bermejo ha insistido que la pastoral de la salud no se reduce a la de enfermos, ni a la de capellanes. Ni siquiera a la pastoral de los que sufren. Una mirada humanizada, nos llevará a vernos todos como sanadores heridos, como samaritanos y necesitados de salud, individualmente y como grupos, como comunidades.
Y los enfermos no solo están en los hospitales y centros residenciales, sino también en sus casas, y en las parroquias. Y los que sufren no son solo los enfermos, sino los dolientes, las personas solas, los mismos agentes. Pero José Carlos Bermejo ha dicho también que la mirada a la pastoral de la salud debe tener en cuenta la dimensión de la visita, y la dimensión sacramental, pero también el tema del diagnóstico pastoral, la iniciativa en la acción pastoral, así como el desafío del visuocentrismo y la digitalización, que puede desencarnar los vínculos pastorales.
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