Las XIII Jornadas de Ética Asistencial sobre soledad no deseada han concluido con un mensaje de esperanza y compromiso social. José Carlos Bermejo, cerró el evento con una reflexión profunda sobre la importancia de afrontar la soledad desde una perspectiva integral y solidaria.
“No es bueno que el hombre esté solo”, recordó Bermejo, enfatizando la necesidad de construir comunidades más empáticas y conscientes del impacto de la soledad en la salud y el bienestar. En su intervención, lanzó varias propuestas clave para el futuro:
🔹 Sensibilización institucional: Instó a las administraciones a impulsar políticas de prevención, ayuda y paliación de la soledad no deseada.
🔹 Humanización de las residencias: Defendió la necesidad de que estos espacios sean verdaderos hogares y no lugares de aislamiento.
🔹 Educación en competencias relacionales: Propuso que las universidades enseñen habilidades para prevenir la soledad y fomentar vínculos saludables.
🔹 Inclusión de personas con discapacidad: Abogó por una sociedad que no margine ni silencie a quienes enfrentan enfermedades como el Alzheimer.
🔹 Acompañamiento en el final de la vida: Expresó su deseo de que nadie muera solo y que la cultura de la escucha y el voluntariado se expandan.
🔹 Tecnología con alma: Valoró la IA y la robótica como herramientas de apoyo, pero advirtió sobre la importancia de mantener la humanidad y la poesía en las relaciones.
🔹 Espiritualidad como refugio: Subrayó que la apertura a una dimensión trascendente puede ser clave para combatir la soledad.
🔹 Fraternidad universal: Concluyó su discurso con un llamado a la esperanza basada en la solidaridad y la conexión humana.
Las palabras de Bermejo resuenan como un desafío y una inspiración para seguir construyendo un mundo donde la soledad no sea una condena, sino una oportunidad para fortalecer lazos y valores compartidos.

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