Cuidar en la fragilidad puede hacerse con diferentes claves. Si superamos los paradigmas biomédicos vigentes, el cuidado puede ser un espacio de alegría concreta hacia los demás, así como de oportunidad para reconocer la propia herida del cuidador. Así lo piensa el papa Francisco cuando, al recibir en audiencia a los camilos el 16 de mayo de 2022, se lo recuerda. Para promover el hospital de campaña, que es misión de la comunidad de los seguidores de Jesús, quienes tienen el carisma de servir a los enfermos, han de poner en marcha no solo las manos, sino también los pies, la mente y el corazón, para generar servicios y programas nuevos en el mundo de la salud.
En una cultura del descarte, hace falta quienes se dediquen a los que tienen más riesgo de ser excluidos de una sociedad que integra fácilmente a quienes producen, que ensalza la juventud, que fatiga en reconocer el valor de la dignidad de todo ser humano.
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